Los ventiladores axiales y centrífugos son útiles para circular el aire, pero lo hacen de manera diferente. Este es el modo de operación de un ventilador axial: mueve el aire directamente, en la misma dirección que las paletas. Toma el ejemplo del ventilador manual que sopla aire hacia adelante; de ahí su nombre: ventilador axial. Estos ventiladores se encuentran en lugares como rejillas de aire acondicionado, torres de enfriamiento e incluso en computadoras y otros electrónicos de escuelas primarias para evitar el sobrecalentamiento.
Por otro lado, los ventiladores centrífugos son otra historia. Suctionan el aire cerca del centro y luego lo expulsan hacia afuera. Las paletas del ventilador torcean internamente el aire, expulsándolo a través de una abertura. Este tipo de ventilador se utiliza comúnmente en sistemas que proporcionan calefacción o refrigeración a los edificios, llamados sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC). Así que desde el momento en que comienzas a sentirte refrescado por una rejilla o caliente por un radiador, podrías estar al tanto del trabajo de estos ventiladores.
Esa es una gran ventaja: pueden mover el aire fácil y rápidamente. Al hacerlo, permiten crear un ambiente más cómodo, como refrescarnos en un caluroso día de verano o asegurarnos de que nuestras casas estén bien ventiladas. Estos ventiladores también contribuyen a la conservación de energía. Permiten que los sistemas HVAC muevan el aire de manera más eficiente y utilicen menos energía, lo cual es genial tanto para nuestras cuentas como para el planeta.
Sin embargo, los ventiladores axiales y los ventiladores centrífugos son diferentes en muchos aspectos. Por ejemplo, un ventilador axial suele ser más pequeño y barato que un ventilador centrífugo. Pero es más rápido, y eso puede significar que sea más ruidoso. Si alguna vez has escuchado un ventilador soplando aire fuertemente, probablemente era un ventilador axial. A diferencia de este, el ventilador centrífugo es mucho más silencioso. Tiene un mejor rendimiento en ciertos escenarios y es capaz de producir una presión de flujo de aire mayor, lo cual es una ventaja en aplicaciones donde el flujo de aire debe ser empujado a través de ductos extensos / tubos.
Echa un vistazo más detallado a cómo están construidos los ventiladores. Los ventiladores axiales están compuestos por aspas, las cuales están conectadas a una parte central conocida como el husillo. Este husillo gira dentro de una carcasa (tapa protectora). Las aspas tienen forma similar a las alas de un avión. A medida que el husillo gira, las aspas cambian de forma para elevar y empujar el aire directamente en una sola dirección. Esta disposición es eficiente para un flujo de aire enfocado en una sola dirección.
Por otro lado, los ventiladores centrífugos de gas son un tipo de ventilador con un diseño diferente. Tienen una base que soporta un número de páscales, los cuales pueden ser curvos o rectos. Estos páscales, al girar, hacen que el aire gire, y esa acción empuja el aire hacia afuera a través de un escape. Todo siendo igual, los páscales en los ventiladores centrífugos son más grandes y pesados que los de los ventiladores axiales. Esto les permite generar un flujo de aire continuo y los hace bastante poderosos en términos de mover el aire a mayores distancias. Esto es altamente útil en edificios o fábricas grandes donde el aire necesita fluir de la posición A a la posición B.
En aplicaciones de baja presión pero alto flujo de aire, generalmente se prefieren los ventiladores axiales. Son más compactos y fáciles de ajustar en espacios pequeños, por lo que funcionan bien en áreas con espacio limitado. Por otro lado, los ventiladores centrífugos son más adecuados para aplicaciones que requieren alta presión y bajo flujo de aire. Abundan especialmente en sistemas más grandes, donde se necesita mayor caballo de fuerza para mover el aire de manera efectiva.